Con el propósito de combatir la pandemia del COVID-19 que ha azotado al mundo durante gran parte del 2020, Colombia, desde el 24 de marzo, se encuentra en cuarentena obligatoria. Si bien se han visto reportes sobre el Coronavirus dentro de nuestro país, ¿por qué no analizar este aislamiento desde una cara positiva? Este reportaje se basa en analizar cómo los estudiantes de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario le han cambiado la cara al confinamiento.
¿Cómo se siente la virtualización? Como era de esperarse, la virtualización de las clases no ha sido fácil. Los estudiantes han podido reconocer la importancia que tienen las interacciones personales, la cercanía física, el ambiente y la infraestructura en su proceso educativo.
Por esta razón, el aprendizaje por medio remoto los hace sentir desmotivados, frustrados y ansiosos ya que han notado que durante las clases el proceso de aprendizaje se ha dificultado, mientras que la carga académica ha aumentado.
Por un lado, aquellos que han migrado de vuelta su ciudad de origen suelen tener problemas con el internet y sienten una gran dificultad para conectarse con la clase.
Aquellos que desde antes de la pandemia sufrían de ansiedad, depresión o problemas de atención sienten que su salud mental se ha visto afectada por este repentino cambio. Incluso aquellos estudiantes que suelen tener un rendimiento académico sobresaliente como Viviana, no logran seguir el hilo de las clases ni hacer los trabajos con la facilidad habitual. A pesar de esto, los estudiantes han cumplido con sus deberes y dan lo mejor de sí para terminar el semestre satisfactoriamente.
Las nuevas actividades que ha permitido hacer el confinamiento El tiempo libre en casa ha permitido que los estudiantes de Relaciones Internacionales del Rosario no sólo retomen algunas de sus actividades favoritas que habían dejado en el pasado, sino que también los ha impulsado a explorar nuevas experiencias. Como Viviana Hurtado, Marianggy Tamara, Natalia Aldana y Sofía Guzmán que se han aventurado a expandir sus horizontes culinarios, ya sea con nuevas recetas, postres o platos típicos de su región.
Además de cocinar, los jóvenes intentan mantenerse activos y suben sus endorfinas con rutinas de ejercicio y meditación, como es el caso de Juan Sebastián Pérez que tomó el hábito de montar en bicicleta. Así mismo, aprovechan la quietud para leer temas que les interesan dentro y fuera de la academia, ver sus series y películas favoritas, pintar como prefiere Alejandro Gonzalez o arriesgarse con la jardinería como Sofía.
La misma quietud los ha impulsado conocerse a sí mismos como lo ha expresado Sophie Ángel, quien siente que su relación con ella misma ha mejorado. Pero también los ha acercado a sus seres queridos, Natalia nos cuenta que ha encontrado nuevas maneras de sentirse cerca de sus amigos y que de esa forma interactúa con ellos constantemente.
De estas nuevas actividades, podemos concluir que si bien la cuarentena ha traído aspectos negativos con el distanciamiento y, en este caso, con las clases virtuales, también le ha permitido a los estudiantes explorar nuevas actividades, ser más creativos y estar más conectados con ellos mismos.
Reflexiones de los estudiantes en cuarentena
Por supuesto, la pandemia ha sido motivo de reflexión y le ha permitido a los estudiantes de Relaciones Internacionales utilizar los conocimientos teóricos que les aporta su carrera para analizar las consecuencias que esta conlleva. Muchos piensan en los efectos socioeconómicos que tiene el confinamiento y el rol que juega la desigualdad y las dinámicas políticas en estos.
Así como las implicaciones que ha tenido el manejo que se le ha dado al sistema de salud y sobretodo el trato con el personal médico, a quienes normalmente no se les da el valor y la importancia que merecen.
Dentro de estas dinámicas, personas como Juan Sebastián han aprovechado para trabajar en sus proyectos personales y ver como estos avanzan lo mantiene positivo durante la cuarentena. De hecho, personas como Marianggy intentan innovar al encontrar motivaciones para salir adelante mientras espera. Ya que esto ha sido un reto para todos y les ha permitido desafiarse a ellos mismos y crecer como personas.
Sophie y Alejandro se han dado cuenta que la verdadera pelea es interna y al no tener las distracciones del mundo exterior se han obligado a sí mismos a lidiar con estas luchas y fortalecerse. Además parte de del crecimiento ha sido darse cuenta de la belleza de la cotidianidad y que se puede disfrutar incluso el trayecto en bus desde la universidad hasta la casa.
Pero también que la vida va mucho más allá de la rutina y el estudio, que el futuro es demasiado incierto para no sacarle tiempo a disfrutar. Muchas son las razones para mantenerse positivos esta cuarentena, agradecer el privilegio de tener todo lo necesario, hacer ejercicio, volver a la familia, aprender a disfrutar la soledad, la certeza de estar haciendo lo correcto al quedarse en casa, la fé, los planes a futuro, saber que esto es solo una medida temporal y confiar en los cambios que se vienen después.
Pero la constante más grande ha sido entender que al final todo se reduce a los seres queridos. Sentirse acompañados de su familia, sentirse cerca de sus amigos incluso en la distancia, la esperanza de volverse a ver y abrazar. Mientras estas cosas no se pierdan, los estudiantes que están en cuarentena seguirán mostrándole al mal tiempo, una buena cara.