Especial: #NoSomosLosMismos

Los desafíos de una enfermera de urgencias

Por: Juliana María Trujillo

Diana Lucero Barona

Utópicos – Universidad Santiago de Cali

5.15 de la madrugada. Comienza un nuevo día para salvar vidas. Jorge, su amigo, la espera para transportarla al hospital. En medio del pico y género, una mujer y un hombre viajan a Tuluá en moto, no hay riesgo, están respaldados por un permiso especial.

Leticia Ortiz, oriunda de Buga, pero tulueña por adopción, sabía desde muy corta edad que quería dedicar su vida a ayudar a los demás. A sus 17 años, un cáncer le arrebató la vida del ser que más amaba: su padre. En medio de un profundo dolor, encontró en el área de la salud la motivación para salir adelante.

Con el apoyo de su familia, inició los estudios de enfermería en el Sena de Buga, pues sentía que “con esta vocación no solo podía ayudar a disminuir el dolor en las personas, sino que también existía la posibilidad de crear un vínculo afectivo mientras ayudaba con las necesidades del diario vivir”.

Una vez graduada, Leticia no dudó en dejar a su familia y a su ciudad natal para buscar mejores oportunidades laborales en Tuluá, lugar que convirtió en su nueva casa. Desde entonces, dedica su vida al cuidado de sus pacientes en el Hospital Departamental de esa ciudad del centro del Valle del Cauca.

El amor por su profesión le ha permitido mantenerse firme, a pesar de enfrentarse a la pandemia, pues considera que “siempre se teme por la vi,,. no solo en este momento que estamos atravesando”. Además, ha contado con la fortuna de laborar en un hospital que todavía cuenta con los recursos necesarios para cuidar de su salud “hasta el momento nos han dotado de implementos de bioseguridad para poder desempeñar nuestra labor, como guantes, tapabocas de alta eficiencia, caretas y batas desechables”.

Leticia se desempeña en el área de urgencias y hasta el momento no ha recibido pacientes confirmados con COVID-19, pero sí han atendido casos sospechosos. Debido a la situación actual, la unión entre compañeros de trabajo se ha solidificado, “la relación en medio de esta pandemia es de mucha unión y trabajo en equipo. Nos tenemos que cuidar los unos a los otros”.

Aunque Ortiz no siente miedo ni considera estar expuesta al virus, reconoce a quienes perdieron sus vidas por luchar contra la pandemia: “fueron unos valientes, porque, a pesar de no contar con los implementos de seguridad, dieron la batalla por salvar las vidas de quienes lo necesitaban y cumplieron con el juramento”, mencionó sobre el sentido fallecimiento de sus colegas.

Después de ser confirmada la llegada del virus al país, Ortiz pasa sus días del hospital a la casa y gracias a la ayuda de Jorge Ocampo, puede llegar a su lugar de trabajo en moto, teniendo en cuenta que la pandemia obligó a la suspensión de transporte público en Tuluá.

De regreso, toma las medidas pertinentes para evitar la propagación de la enfermedad. «Como yo vivo en una vereda, antes de ingresar al pueblo hay un retén en el cual nos desinfectan las manos, la moto y los zapatos”, expresó, muy consciente de que esa zona debe ser protegida por todos los que ingresen desde Tuluá.

Asimismo, desea evitar al máximo contagiar a las personas que viven con ella, por ello sigue al pie de la letra las recomendaciones de la OMS: “al ingresar a la casa me desinfecto las manos, los zapatos, echo el uniforme en un balde que contiene agua y jabón y posteriormente me baño para ir a saludar a mis familiares”.

Pese a que se siente orgullosa de su profesión y sabe que no está incumpliendo con las normas sanitarias, ha tenido que ocultar su identidad a causa de la discriminación que ha recibido por parte de algunos ciudadanos. “Un día de regreso a la vereda no me querían dejar entrar. porque piensan que, por trabajar en un hospital, estoy contagiada con el Covid-19”, explicó.

Para evitar ser víctima de quienes no comprenden su importante labor, Leticia optó por ocultar su uniforme de enfermera, “he decidido cambiar mi rutina, me voy al trabajo de civil y salgo de civil, ya que no quiero que nadie me discrimine”.
En este momento, sus seres queridos son su mayor apoyo, “mi familia me da muchos consejos, me piden que me cuide mucho y oran siempre por mí, solo infinitas gracias para ellos”.

Ortiz se muestra positiva ante la pandemia, pero sabe que es trabajo de todos salir bien librados: “Si todos los colombianos nos unimos y obedecemos las medidas de seguridad que ha implementado el Gobierno, y la cuarentena, seguro sí saldremos de esta situación”.

Mientras Colombia afronta la pandemia, Leticia Ortiz continuará ejerciendo su labor con amor y dedicación, pues es la promesa que se hizo desde niña.

Sobre el autor

Red Colombiana de Periodismo Universitario

La Red Colombiana de Periodismo Universitario es una iniciativa académica respaldada por medios pertenecientes a escuelas de comunicación y periodismo de varias regiones del país, que comparten la visión de que el diálogo y el intercambio de experiencias fortalecen la proyección del trabajo de los periodistas en formación.

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